La
ventanilla de un tren le regala las dimensiones infinitas de sus mundos. No es
tan solo aquéllo que vé, sino mas allá aún; todo aquéllo que tambien imagina. /
Las vías y el andar le trasladan cual borra de café. Viaja a través de un
ventanal hacia al centro de sus infancias o a corazón directo entre cercanías y
malabares. Se deleita en la estación de los posibles futuros que llevan a otros
y de pronto se encuentra hamacando sus pies en el banco de una plaza. /Colores.
Sólidos y no tanto. Fusionados o fusionables. Se disuelven cómo si se tratara
de un fresco recién pintado que sobrevive en la llovizna inesperada o se
transforman en tango y té con nieve de verano./ El invierno puede ser extraño a
veces, poéticamente extraño./ Verdes siempre los habrá; aunque fueran opacos y
arenas./ Sol tibio de media sombra y siempre alli el azul. Representación de lo
intangible, de lo real, de lo imposible tan a menudo posible.
J.