El niño habita en la piel morena.
No conoce de mudanzas ni reposo en otros cuerpos.
Con los cordones enmarañao´s siempre anda.
Va pateando piedritas del camino.
Va observando el instante de los movimientos.
El niño habla lo suficiente aunque poco escribe.
Todo tiene un lugar en el mundo de sus ideas.
Cambia la peluca si se pasa de estación
Va atesorando descubrimientos encontrados.
Va olvidando lo que no.
El niño juega a invitar e invita a jugar.
Cha cha cha cha cha. Cha cha cha cha cha.
Imagina el fuego en las noches de estrellas.
Va soñando durmiendo.
Va soñando despierto.
El niño escapa a veces a las orillas o a las calles.
Sabe perderse y volver a hallarse. Una y otra vez.
Busca en silencio el secreto de las brújulas.
Va mirando al cielo y al suelo. Disperso. Atento.
Va aprendiendo y despidiendo.
El niño sonríe. Es dulce y es sal.
Pregunta a los dioses pero sólo cree en su propio azar.
Busca hace tiempo la verdad de los relojes.
Va tocando porteros, timbres y sonajeros.
Va queriendo también. Va lo que siendo.
Va.
El niño va.
Jmaff.