Si te encuentras perdido, observa la punta
de tu nariz.
Le dije.
Hallarás en aquél
sur tu propio equilibrio.
En los mares de tu
barbilla flotan pequeñas islas.
Quizás no alcances
a ellas con la mirada.
Pero debes saber que existen.
Luego, decides si deseas renunciarlas o reivindicarlas.
Hallarás en aquél
sur tu propio equilibrio.
Intenta saborear
las montañas curvas de tus labios.
Rescatar en la
sensación el frío de sus cordilleras.
Humedecerte hacia oriente
entre ríos y celestes.
Hallarás en aquél
sur tu propio equilibrio.
Abraza tus
latitudes. Las mejillas son colores. Son alma.
Pinceles mestizos,
blancos, pretos y mulatos. Una bendición.
Pasados presentes. Luchas y dolor. Pinturas
de emancipación.
Hallarás en aquél
sur tu propio equilibrio.
Respira profundamente
pero cuida tus pulmones de humo y papel.
Conflictos aún no resueltos de entre fronteras.
Así es. Mate o tereré.
Inhala amazonas y caldos de miel.
Hojas de
coca, aromas de café.
Hallarás en aquél sur tu propio
equilibrio.
Casas monedas, minas,
calicantos y canteras en la piel.
Infinitas son las riquezas que yacen la
corteza de tu ser.
Venas abiertas, historias que tejer. No
hay descanso, hay hacer.
Hallarás en aquél
sur tu propio equilibrio.
Olerás añejos saqueos.
Otros nuevos tal vez.
Frescura tierra
donde las fragancias no mueren. Se recuperan.
Perfume de resistencia,
esencia de milenarias creencias.
Hallarás en aquél
sur tu propio equilibrio.
Mojarás tu hocico
en aguas de río dulce.
Esconderás tus penas en la sal.
El apetito será una fiesta. Mandioca,
arroz; trigo y cañaveral.
Hallarás en aquél sur tu propio equilibrio.
Estornuda ante cenizas. Pañuelos de
madres. Eternas rebeldías.
Desaparecidos, exiliados, esclavos. Dictaduras
y amnistías.
Ellas nos recuerdan lo que la memoria no
olvida. América latina.
Hallarás en aquél sur tu propio equilibrio.
Percusiones libres
tus pies danzarán. Carnavales tu rostro todo bailará.
Murgas montevideanas disfrazarán en canto
la verdad de una pasión.
Mientras tanto, el bandoneón canta sus quenas en algún callejón.
.
Hallarás en aquél sur tu propio equilibrio.
Podrás percibir la belleza de quien observa
al mundo. Del poeta.
Comprender la inspiración de tus
maravillosas mujeres.
De Cecilia Meireles o de María Elena
Walsh.
De Violeta Parra ó de las tantas otras que han
guardado su voz.
Hallarás en aquél sur tu propio
equilibrio.
No temas.
Acaso si tropezaras son infinitas las
brújulas a inventar.
Es buscar dentro de ti lo que te ha traído
hasta aquí.
Si te encuentras perdido, observa la punta
de tu nariz.
No es una receta, es tan sólo tu raíz.
Le dije.
Ó pensé en decirlo alguna vez.
Lo dije.
J.
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