Regresó.
Una ciudad puede ser otra dijo el poeta una vez. Una mujer también pensó.
Recordó que fue madre e hija al mismo tiempo, que así será por siempre.
Recobró la fortalezas silenciadas que nunca hubo perdido.
Descubrió infinitos brazos y nuevas raíces; cual árbol de estación.
Desnudó su cuerpo ante los ojos de otro ser humano, espejo de alma.
Perdió las agujas de su reloj. Encontró el tiempo en un tambor.
Besó cada una de sus memorias más bellas para llevarlas consigo en donde sea que se halle.
Soltó un barrilete y a cambio naciéronle en aquél instante alas de mariposa .
Sintonizó su corazón y el de las montañas; la luna se acercó más a ella.
Escuchó el murmullo del mar allá en sus orillas y a través de un caracol.
Abrió las puertas del hogar y con ella las infancias de sus sueños y libertades.
Rompió un cascarón. y otro más. y otro más.
Se aferró a la vida. Se prometió el amor.
El eco de un verso rocía su pretérito perfecto.
El presente recupera el compás de la oración.
Una ciudad puede ser otra dijo el poeta una vez. Una mujer también pensó.
J.
Mates que dan cuerda a otros tantos para hacer de la belleza-lupa, la lente-luna con que se ha de andar.-
domingo, 10 de noviembre de 2013
jueves, 21 de marzo de 2013
Sol de otoño
Sol de otoño y hojas secas
vientos soplan y desmantelan
rastros intactos, huellas húmedas
visiones de lo invisible.
Cada estación una flor
oídos sensatos en tiempos de desamor
mirada profunda entre tanta ceguera
dulzura inconsciente para una joven consciencia.
Latidos de corazón a corazón
baldosas de colores reencuentros
raíces que justifican el cielo
aromas de una vida.
J.
vientos soplan y desmantelan
rastros intactos, huellas húmedas
visiones de lo invisible.
Cada estación una flor
oídos sensatos en tiempos de desamor
mirada profunda entre tanta ceguera
dulzura inconsciente para una joven consciencia.
Latidos de corazón a corazón
baldosas de colores reencuentros
raíces que justifican el cielo
aromas de una vida.
J.
martes, 29 de enero de 2013
Un Tren, el Mar.
La
ventanilla de un tren le regala las dimensiones infinitas de sus mundos. No es
tan solo aquéllo que vé, sino mas allá aún; todo aquéllo que tambien imagina. /
Las vías y el andar le trasladan cual borra de café. Viaja a través de un
ventanal hacia al centro de sus infancias o a corazón directo entre cercanías y
malabares. Se deleita en la estación de los posibles futuros que llevan a otros
y de pronto se encuentra hamacando sus pies en el banco de una plaza. /Colores.
Sólidos y no tanto. Fusionados o fusionables. Se disuelven cómo si se tratara
de un fresco recién pintado que sobrevive en la llovizna inesperada o se
transforman en tango y té con nieve de verano./ El invierno puede ser extraño a
veces, poéticamente extraño./ Verdes siempre los habrá; aunque fueran opacos y
arenas./ Sol tibio de media sombra y siempre alli el azul. Representación de lo
intangible, de lo real, de lo imposible tan a menudo posible.
J.
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