sábado, 11 de agosto de 2012

Paranoia del cenicero.


El cenicero esta medio lleno o medio vacío?

Para quien quiere vaciarlo, el cenicero está medio lleno.
Para quien no quiere vaciarlo, el cenicero esta medio vacío.
Para quien no quiere llenarlo, el cenicero está medio lleno.
Para quien quiere llenarlo, el cenicero está medio vacío.

Qué es lleno y qué es vacío?
Lleno es que no está vacío.
Vacío es que no está lleno.

Llenar o vaciar.
Vaciar y llenar.
Llenar y vaciar.
Vaciar y no llenar.
Llenar y no vaciar.
No vaciar y llenar.
No llenar y vaciar.
No vaciar y no llenar.
No llenar y no vaciar.

La paranoia del cenicero lleno.
La paranoia del cenicero vacío.

viernes, 13 de julio de 2012

( )

Mirando al techo tendida sobre la cama pensaba. No se trataba de un pensamiento definido sino un tanto más bien difuso; sin embargo algo en él concentraba toda su atención. Instante en que sólo deseaba que nada en el mundo lograra interrumpir la magia de ése momento. Ni un sonido, ni la movilidad del Sol intruso entre cortinas.
La vida estaba frenada.
Neutralizando los segundos dentro de la mente y  ubicada por detrás de sus ojos pero delante de ellos, entre las viseras de un mural de láminas invisibles, rebobinaba una y otra vez las cintas de sus propias imágenes. Caminaba, volaba y retrocedía con la facilidad de una video cassetera y como revolviendo las páginas de un libro ya leído en alguna otra ocasión pero ahora ya en búsqueda directa de frases y párrafos trascendentales a los que visitar o repasar.

Una mancha de café hay arriba de sus pies. Mueve la torre de un ajedrez y observa el vuelo inmenso de un sorbito del té bajo las alas de un cóndor flotando al atardecer. Las hojas son de otoño pero las flores de primavera. Los meses, árboles de abriles, octubres o noviembres. La luna nunca menos redonda ni lucro brillante. El sol sobre la misma vereda. El cielo rosa pastel algodonado. La música confluente del río abre sus brazos lecho de voces lanzadas al océano sobre canoas con remos de sonrisas ya sentidas. Reglas de cocina y geografías en jerarquía; distintas alturas y edades se desarman formando burbujas en las manos o aire de ciudades. En el borde sus abismos en cuclillas y  los lazos infinitos que se escurren anclarán la cuenca tamboril de su polis que sin distancia separa cuatro castaños luceros enamorados que por encanto a falta de promesa o por castigo, no se han cerrado.  

La gota sobre el mantel.
Siempre la despierta.

J.

viernes, 6 de julio de 2012

Reloj de arena

Entre azules el cielo y la mar
olas que vienen espumas que van
que es agua y qué es más alla?
como un reloj de arena me pregunto:
¿cuál es cuál?

Hojas caen haciendo caminos
árboles trepan su vida hacia al Sol.
Los pies andan sobre la tierra
la Tierra pende de un farol.

J.

jueves, 17 de mayo de 2012

BriSa

Como la brisa vive una sonrisa.
No cualquier sonrisa vive como una brisa.
Se requiere tener son. Bailar ri. Respirar sa.
Olvidar quien se es y ser.

La brisa no es viento ni es marea.
Aparece y en segundos se desvanece.
Eriza la piel de algun transeúnte
Pasea suspiros y sopla rostros al andar.

La brisa regaló su memoria.
Dicen que fue en defensa propia.
Los olores los guardó.
Mezcla de esperanzas y pasión.

La brisa fuma cigarrillos de tanto en cuando.
Reconoce el sonido de una flor.
Resuelve acertijos y juega al amor.
Llora tal vez. Al igual que un pez.

La brisa se sofoca, se ahoga y renace otra vez.
Duerme a veces sin saber por qué.
Inventa caminos y le gusta tejer.
No tiene edades. No le importa tener.

La brisa hace y deshace.
Traspasa muros y cárceles.
No rinde cuentas a nadie.
Es sola y también amante.

La brisa está hecha de risa.
Es palabra, es vuelo, es tiza.
Su b que abraza, la suaviza y la escandaliza.
La disfraza, la mestiza, la poetiza.

Se requiere tener son. Bailar ri. Respirar sa.


J.




lunes, 30 de abril de 2012

La punta de tu nariz


Si te encuentras perdido, observa la punta de tu nariz.
Le dije.

Hallarás en aquél sur tu propio equilibrio.
En los mares de tu barbilla flotan pequeñas islas.
Quizás no alcances a ellas con la mirada. 
Pero debes saber que existen.
Luego, decides si deseas renunciarlas o reivindicarlas.

Hallarás en aquél sur tu propio equilibrio.
Intenta saborear las montañas curvas de tus labios.
Rescatar en la sensación el frío de sus cordilleras.
Humedecerte hacia oriente entre ríos y celestes.

Hallarás en aquél sur tu propio equilibrio.
Abraza tus latitudes. Las mejillas son colores. Son alma.
Pinceles mestizos, blancos, pretos y mulatos. Una bendición.
Pasados presentes. Luchas y dolor. Pinturas de emancipación.

Hallarás en aquél sur tu propio equilibrio.
Respira profundamente pero cuida tus pulmones de humo y papel.
Conflictos aún no resueltos de entre fronteras. Así es. Mate o tereré.
Inhala amazonas y caldos de miel. 
Hojas de coca, aromas de café.

Hallarás en aquél sur tu propio equilibrio.
Casas monedas, minas, calicantos y canteras en la piel.
Infinitas son las riquezas que yacen la corteza de tu ser.
Venas abiertas, historias que tejer. No hay descanso, hay hacer.

Hallarás en aquél sur tu propio equilibrio.
Olerás añejos saqueos. Otros nuevos tal vez.
Frescura tierra donde las fragancias no mueren. Se recuperan.
Perfume de resistencia, esencia de milenarias creencias.


Hallarás en aquél sur tu propio equilibrio.
Mojarás tu hocico en aguas de río dulce.
Esconderás tus penas en la sal.
El apetito será una fiesta. Mandioca, arroz; trigo y cañaveral.

Hallarás en aquél sur tu propio equilibrio.
Estornuda ante cenizas. Pañuelos de madres. Eternas rebeldías.
Desaparecidos, exiliados, esclavos. Dictaduras y amnistías.
Ellas nos recuerdan lo que la memoria no olvida. América latina.

Hallarás en aquél sur tu propio equilibrio.
Percusiones libres tus pies danzarán. Carnavales tu rostro todo bailará.
Murgas montevideanas disfrazarán en canto la verdad de una pasión.
Mientras tanto, el bandoneón canta sus quenas en algún callejón.
.
Hallarás en aquél sur tu propio equilibrio.
Podrás percibir la belleza de quien observa al mundo. Del poeta.
Comprender la inspiración de tus maravillosas mujeres.
De Cecilia Meireles o de María Elena Walsh.
De Violeta Parra ó de las tantas otras que han guardado su voz.

Hallarás en aquél sur tu propio equilibrio.

No temas.
Acaso si tropezaras son infinitas las brújulas a inventar.
Es buscar dentro de ti lo que te ha traído hasta aquí.

Si te encuentras perdido, observa la punta de tu nariz.
No es una receta, es tan sólo tu raíz.

Le dije.
Ó pensé en decirlo alguna vez.
Lo dije.


J.

lunes, 23 de abril de 2012

Rumbos

Entre viñedos de uvas crecimos.
Nuestras épocas distintos tiempos nos han ofrecido.
Los días son noches, la luna no es sin el sol.
Lo viejo para unos, puede ser nuevo para otros.

Entre nubes rosáceas amanecimos.
Espacios incorpóreos desprovistos de geografías.
Las fronteras caen cual gota de rocío.
Una ventana se convierte en paraíso.

Entre zapatos miramos hacia lo alto.
El suelo siempre está allí abajo.
Las canciones llegan al oído de los barriletes.
El océano susurra a quienes son valientes.

Entre pinturas dibujamos atardeceres.
las manos juegan a ser pinceles.
Los sentidos florecen pétalos de instintos.
Más colores para un mismo destino.

Entre la inmensidad nacimos.
Aún no sé por qué, pero vinimos.
Hay besos que traen,
Y también los hay aquéllos que encuentran.

Entre infinitas historias caminamos.
Rumbos paralelos tal vez imaginamos.

Las mariposas no duermen
y dicen que vuelan cuando aún llueve.

J.





jueves, 19 de abril de 2012

EsTeLa

Oiga jefe! Ni su nombre le conozco!
Sé el de su agente y el de aquél que manda pa tratar conmigo!
Sé a quien represento, lo dice mi uniforme
Pero me pregunto: alguien me representa?

Limpio su casa y la de al lado.
Barro su pasillo y el de ocho pisos.
Perfumes lavanda ya son mis sentidos
Lavandina sin guantes mis dedos han roído.

Solemne puntualidad - si su majestá!
Pero  por favor seque sus pies antes de entrar
Cuántos trapos me hará pasar?
Usted, a su madre, ha de respetar?

Oiga Don! Vergüenza debería tener!
Sabe? no es eterno el poder.
De administración su título es que é?
Y si...! la miseria la organiza de dié!

Oiga jefe! y si sufro un accidente?
Tres horas de ambulancia y al retrete?
A que clase pertenece su sorete?
Le exijo me conteste!

Si me tropiezo me levanto.
Con o sin cospel lo que es, como debe ser.
Trabajo digno y trato humano
Nada de regalos, retribución justa y buen salario!

Que la servidumbre ya se ha abolido señor!
Garantías y derechos hemos conseguido!
No renunciaré a su ejercicio efectivo
Menos ahora que los he conocido!

Limpio su casa y la de al lado.
Barro su pasillo y el de ocho pisos.
Perfumes lavanda ya son mis sentidos
Lavandina sin guantes mis dedos han roído.

Una sonrisa cuando el reloj da las cinco
No si la espalda está rota y el foco hecho añicos.
Perspicacia laboral rotularán!
Yo y cuantos más los demandarán!
Yo y cuantos más lo lograrán!


J.

domingo, 15 de abril de 2012

Enredados

Amistades siderales.
Volando o cruzando ríos.
Bajo tierra dentro de una montaña.
A flor de piel sonrisa al Sol.
En el aire.
A kilómetros, o a centímetros.
Despiertos, dormidos.
Soñando.
Entretejidos o cocidos.
Cantando, caminando, pensándose.
Viviendo.
Pájaros y leones.
únicos en su especie.
Exploradores.
Poetas y curiosos,
Constructores de libertad.
Inmensos.
Aquí o allá. Aquí.
En la izquierda junto al corazón.
En trance. En un paseo de artes.
En la borra del mate. En el café de una tarde ó en el té de un balcón.
En un beso. En la emoción.
Entretejidos o cocidos.
Buceando, viajando, recorriéndose, amándose.
Creciendo.

J.

domingo, 25 de marzo de 2012

30.000 rayos de Sol y un León.

Abajo eu! abajo!!
Con aquéllas voces solidarias al unísono y sin violencias, se abría la esperanza de un atardecer inolvidable. Inmersos entre la atmósfera reconstruida del lugar y la alegría de a 36 años después encontrarnos juntos, lentamente y disfrutando del momento, todos los alli presentes ibamos tomando asiento en los pastizales, dispuestos a compartir las horas siguientes bajo los rayos del sol en el canto de León.
Quince mil personas. Dos mil quinientas de entre treinta mil en total, desparecidas en ése mismo espacio geográfico tiempo atrás durante la última dictadura militar en 1976 en la Argentina. Hoy, Museo de la memoria "La Perla". Eramos exactamente la mitad. Cifras inimaginables vueltas realidad. Niños y niñas. jóvenes, adultos y ancianos llenos de sueños al igual que aquéllos grandes compañeros.
El desembarco del artista que canta al pueblo y se siente parte de él invita a todos a bailar hasta que se hagan polvos los pies y a marchar hasta el amanecer.
Remeras, carteles y banderas flamean al ritmo del viento y el paisaje de bellas sierras tras bambalinas se fusionan con el recuerdo amargo de lo que fue alguna vez. Lágrimas de dolor y de felicidad, atraviesan el alma siendo la emoción desbordante e imposible de contener.

Hay alguien que bendiga esta hermosa comunión
De los que pensamos parecido
Somos los menos, nunca fuimos los primeros
No matamos ni morimos por ganar
Mas bien estamos vivos por andar
Esperando una piel nueva de este sol
No pretendemos ver el cambio
Sólo haber dejado algo
Sobre el camino andado que pasó
....


Es aquél instante de una perfección tal, que me acerco al oído del compañero del lado y abrazados en la burbuja de un eterno otoño fraternal entre susurros y miradas, comprendemos más de 30.000 razones por las que seguir luchando, por las que creer, por las que vivir y continuar construyendo un ser nuevo. Un mundo nuevo.

30.000 compañeros Presentes,

Ahora y Siempre.
Ahora y Siempre.
Ahora y Siempre.


J.   


jueves, 23 de febrero de 2012

Ó HaCeRlaS EstAtUaS!

Llegar a alguna a casa…esta vez la que parece ser la mía. Al menos sus llaves se encuentran en mi bolsillo y en su interior cada detalle describe en cierto sentido, parte de mi ser.
Sin embargo, en el andar rolando entre nuevos y desconocidos destinos, se engrandecen aquéllos contornos que suavemente abrazan la inmensidad de nuestra alma, infinito hogar. Preciso instante donde “alguna casa” es acá ó es allá. Aterrizaje sin idiomas ni mapas y, no obstante, alguien siempre en la terminal. Rostro amigo, sonrisa hermana. Respiro profundo: al fin, en casa, en alguna.
Imagino la vida de los pájaros. Aves corajes; migrantres en esencia . Creadoras de nuevos y pequeños espacios en el mundo. Sobre la copa de un árbol o entre las piedras y el cemento roído de alguna vieja chimenea  de ciudad. 
Observo de pronto éste, mi hogar. Lleno de fotografías y colores que enseñan mi personalidad, los cariños, las ideas. A pesar de ello, el sentimiento es algo así, como de una extraña completitud e in-completitud al mismo tiempo.
Descubro de pronto que habitar es la suma de nuestros caminos andados, de cada paisaje compartido, de cada rincón anhelado dentro de una amistad intensa que enraíza  corazones; también el significado de reconocer que casi nada cabe allí. Es decir,  en “alguna casa”. Como si la vida se tratase de un baúl o un frasco de colores. No. Implica comprender que  aquélla cerradura  tan solo comprende un chiquito e ínfimo aunque infinito universo. Confesar con valentía, que lo que allí reside no es todo, sino sólo un comienzo, o un medio; parte de lo que es, de lo que fué o pretende ser.      

Será y seremos todo cuanto existe allá afuera y acá adentro, sin picaportes ni ataduras?

No necesitamos de cadenas ni celdas decoradas.
- ¿Y qué hacer con tantos llaveros y candados?
Coleccionarlos a falta de llaves.
o hacerlas estatuas! 



J.